La primera consulta odontopediátrica es una experiencia familiar. Aunque muchos padres puedan pensar que el protagonista es su hijo o hija, les indico que en casa, su pequeño es el impulso; ustedes son los protagonistas por varias razones.

La consulta odontopediátrica inicia cuando erupciona el primer diente. Aunque esta erupción dentaria puede variar entre cada niño, comprende el primer año de vida. Es esencial llevarlo a su primera consulta odontopediátrica en vez de pensar en regalarle una torta o tener el primer contacto de azúcar en boca cuando cumple un año.

En la primera consulta, elaboramos una historia clínica donde los hábitos familiares, como alimentación, higiene, hora de dormir, y momentos de recreación, forman parte de nuestro interrogatorio. Como padres, lideran los hábitos familiares, y dependiendo de estos hábitos, los resultados se reflejan en la conducta y en la salud bucal de su niño.

Los niños consumen lo que los padres les ofrecen; son como esponjas que absorben todo y aprenden a través del ejemplo. Por esta razón, al realizar correcciones en la alimentación o la higiene bucal, mantenemos una comunicación directa con los padres antes de proceder a la revisión clínica de los dientes de su hijo.

En la primera consulta, establecemos una conexión temprana y positiva con la salud bucal del niño, mediante la correcta aplicación de la técnica de cepillado. Aquí te explicamos por qué esta táctica resulta beneficiosa:

1. Introducción Temprana a la Rutina:

Iniciar con la técnica de cepillado en la primera consulta introduce al niño a la rutina del cuidado bucal, creando hábitos saludables desde el principio. Esto no solo familiariza al niño con el proceso, sino que también establece una base para la higiene oral diaria.

2. Construcción de Confianza:

Durante la primera consulta nos valemos desde la lectura de un cuento, el juego, conocer los gustos del niño, que le agrada y desagrada para que la técnica de cepillado se convierta en una experiencia amigable y educativa, ayudando a construir la confianza del niño en nuestra consulta. Este paso inicial contribuye a disminuir la ansiedad asociada con futuras visitas.

3. Enfoque Personalizado:

Cada niño es único, y abordar la técnica de cepillado en la primera consulta permite a nuestro equipo adaptarse a las necesidades individuales de cada pequeño paciente. Esta atención personalizada es esencial para una atención odontológica integral.

4. Prevención Activa:

Al abordar la técnica de cepillado desde el principio, así como la detección de placa dental que nos releva cuales son esos espacios donde más cuesta cepillarse, estamos activamente contribuyendo a la prevención de problemas bucales. La educación temprana sobre el correcto cuidado oral, es una inversión en la salud a largo plazo del niño.

5. Creación de un Vínculo Positivo:

La primera técnica de cepillado no solo es un procedimiento, sino una oportunidad para construir un vínculo positivo con el niño. Esto establece las bases para futuras interacciones y procedimientos, fomentando una asociación positiva con la atención dental.

Postergar la Profilaxis y Aplicación de Flúor: ¿Cuándo es Beneficioso?

Postergar la profilaxis y la aplicación de flúor a la segunda consulta tiene ventajas estratégicas. Iniciar con la técnica de cepillado nos permite medir el estado emocional y la capacidad de tolerancia ante estímulos orales del niño. Este enfoque permite consolidar la confianza y la familiaridad del niño con la clínica antes de procedimientos más extensos, asegurando una transición suave y menos estresante.

Además, al haber establecido ya una rutina de cepillado en la primera consulta, el niño estará mejor preparado para recibir otros tratamientos dentales en visitas posteriores. Este enfoque escalonado se adapta al ritmo y las necesidades individuales de cada paciente, garantizando una experiencia dental positiva y efectiva a lo largo del tiempo.

En este primer encuentro con la familia, es crucial realizar una preparación previa sobre el lenguaje que debemos utilizar antes de la consulta. Brindamos consejos que ayudarán a optimizar este primer contacto, con la colaboración de los demás miembros de la familia y su entorno social.

Es crucial abordar la primera consulta odontopediátrica con un lenguaje que fomente una experiencia positiva y reduzca la ansiedad del niño. Evitar ciertas frases puede ser fundamental. Aquí hay algunas expresiones que se deben evitar:

1. «No va a doler nada»: Esta frase, aunque bien intencionada, puede aumentar la ansiedad al centrarse en la posibilidad de dolor.

2. «No tengas miedo»: Decirle a un niño que no tenga miedo puede tener el efecto contrario. Es mejor utilizar afirmaciones positivas y tranquilizadoras.

3. «Es solo una limpieza»: Para algunos niños, la palabra «limpieza» puede evocar asociaciones negativas. Es preferible explicar de manera positiva y educativa.

4. «Si te portas mal, te dolerá», “si no te atiendes la Dra te puyará”: Utilizar el dolor como amenaza puede generar un miedo adicional y asociar la consulta con consecuencias negativas.

5. «No seas un bebé»: Desalentar las expresiones emocionales normales puede hacer que el niño se sienta avergonzado de sus emociones.

6. No ofrecer alimentos de recompensa: Asociar alimentos con recompensa puede afectar las preferencias alimenticias del niño, favoreciendo alimentos menos saludables.

En lugar de estas frases, usa un lenguaje positivo, explicar el proceso de manera amigable y alentar la cooperación del niño. Transmitir confianza y apoyo ayudará a establecer una relación positiva con el cuidado dental y beneficiar la adaptación del niño en la consulta.

Para incentivar una respuesta positiva desde el principio, puedes mostrarles videos que hacen referencia al cuidado bucal te dejo el link de un cuento desde mi canal YouTube .https://youtu.be/BuEWzXrCXBk?si=dl_WQUYoEFkZwKjM,

Puedes pedirme fotos o videos para que el niño se familiarice con el consultorio y así brindar posibilidades de diversión durante la consulta.

Si tu hijo tiene algún objeto preferido, juguete o canción favorita, con gusto nos lo puedes comunicar para ambientar el espacio y hacer que se sienta más cómodo.

Enfocarnos en los beneficios de la primera consulta nos hace más pacientes, compasivos e incluso nos ayuda a superar nuestros propios temores como padres, que pueden estar asociados a experiencias previas vividas durante la infancia o la vida adulta. Si deseas expresar confianza a tu hijo, es vital mantenernos en el presente y no transmitir nuestros propios temores delante del niño.

Estamos conscientes de que deseas lo mejor para tu hijo. La primera consulta odontopediátrica es una oportunidad de hacerlo distinto. Los padres cumplen un papel importante, y estamos aquí para ayudarlos y crear esa experiencia positiva.

Por esta razón, mi recomendación para la primera consulta es que alguno de los dos representantes o el cuidador directo ingrese al interrogatorio previamente al ingreso del niño. Esto nos permite conocer las emociones e inquietudes que puedan tener en la familia, mientras el niño está en la área de recepción con su otro representante o un acompañante de su confianza.

Espero que esta información te haya gustado y servido para conocer más sobre cómo se desarrolla la consulta infantil en nuestro centro de atención integral y humanizado. Queremos que se sientan seguros y en confianza para crear una generación libre de caries y líderes de su sonrisa. ¡Gracias por confiar en nosotros!

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